Cómo superar la decepción en el amor y recuperar tu dignidad | Walter Riso
¿Es posible que el amor desaparezca de un día para otro?
Walter Riso nos invita a reflexionar sobre una de las experiencias más duras en una relación: el desencanto. Ese momento en el que algo se quiebra por dentro y ya no hay vuelta atrás.
¿Cómo muere el amor?
“El amor no siempre muere con odio. A veces muere con algo peor: la indiferencia.”
El amor puede apagarse lentamente, cuando la relación se vuelve dolorosa, vacía, carente de reciprocidad. Pero también puede terminar de golpe, cuando nos enfrentamos a una decepción profunda: una traición, una mentira, una falta grave de valores que rompe la admiración por el otro.
El impacto de la decepción
Riso lo deja claro:
“No puede haber amor sin admiración.”
Cuando la otra persona actúa de forma contraria a nuestros principios, la conexión se rompe. La decepción mata la admiración, y sin admiración, el amor se desvanece.
¿Qué hacer cuando el desencanto llega?
- Reconocer que no se trata de una crisis momentánea, sino de algo estructural.
- Entender que la esperanza no siempre es una virtud: en el amor que no funciona, es lo primero que hay que soltar.
- Recordar que tener principios no es ser inflexible, es cuidar tu dignidad emocional.
Reflexión final de Walter Riso
Para Walter Riso, el amor no muere de un día para otro por simple casualidad: muere porque algo esencial se rompe. La indiferencia es el síntoma más devastador, pero la verdadera causa es la pérdida de admiración. Riso pone el foco en los principios: cuando uno de los dos actúa en contra de los valores que el otro considera fundamentales, se produce una grieta difícil —o imposible— de reparar. En sus palabras, el amor no se sostiene solo con cariño o con recuerdos; necesita respeto, admiración y congruencia.
Su postura es clara: cuando aparece el desencanto profundo, hay que dejar de mirar hacia atrás. No todo se arregla con esfuerzo o esperanza; hay vínculos que se terminan no porque uno quiera, sino porque ya no tienen razón de ser. Y en esos casos, aferrarse puede ser más destructivo que soltar. Riso defiende el amor sano, pero no cualquier tipo de amor. Para él, el amor que hiere, decepciona o contradice tus principios no merece segundas oportunidades.
Mi reflexión final
Estoy de acuerdo con Riso en que la admiración es un pilar clave del amor, pero confieso que me cuesta aceptar que el sentimiento pueda desaparecer de golpe. Creo que muchas veces ese “día para otro” del que hablamos es en realidad el resultado de una acumulación silenciosa de pequeñas decepciones, que solo se vuelven evidentes cuando algo grande las destapa. Esa traición, esa mentira, esa falta grave… quizás no sean la causa, sino el detonante.
También pienso que no todos vivimos la decepción del mismo modo. Algunos sentimos que la esperanza es una trampa, como dice Riso, pero otros necesitamos pasar por ese intento —aunque ingenuo— de rescatar lo que fuimos. No para salvar la relación, sino para cerrar la puerta con paz. A veces soltar sin intentar se siente como rendirse.
En lo que sí coincido plenamente es en que mantenernos fieles a nuestros principios emocionales es una forma de amor propio. No hay vínculo que justifique la pérdida de nuestra dignidad. Si el desencanto ha llegado y no hay vuelta atrás, quizás lo más valiente no sea insistir, sino marcharse con la frente en alto… aunque duela.
¿Estás atravesando una decepción amorosa?
Este video puede darte la claridad que necesitas para tomar decisiones más saludables.
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Walter Riso
Walter Riso nació en Nápoles, Italia, y emigró a Colombia cuando era niño. Se formó como psicólogo en la Universidad de San Buenaventura y posteriormente completó estudios de posgrado en…
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