Deja de mendigar amor y recupérate emocionalmente | Walter Riso

¿Vale la pena quedarse donde no te quieren? ¿Tiene sentido mendigar amor, incluso dentro de tu propia familia?
En esta profunda reflexión, Walter Riso nos recuerda una verdad incómoda pero liberadora: el amor no se ruega, no se compra, no se fuerza.


Mendigar amor es perder dignidad

A veces no es una pareja: es tu propia madre quien no te ama.
Una paciente de Walter, exitosa, inteligente y con familia propia, creció escuchando de su madre que era “la más fea”, “la lenta”, “la que no estaba a la altura”.
Hizo todo por ganarse su amor: regalos, cuidados, detalles… pero nunca fue suficiente.

“Cada vez que suplicas amor, menos te van a amar.”

La herida no era visible, pero era constante. El desprecio sutil, el trato frío, las comparaciones con sus hermanas… dejaron huellas profundas en su autoestima.


El amor no es una deuda

Esa madre nunca cambió… hasta que su hija dejó de intentar complacerla.
Cuando la paciente trabajó su apego, tomó distancia emocional, y dejó de suplicar —su madre, curiosamente, empezó a tratarla mejor.
Como si solo mereciera respeto cuando dejó de arrodillarse.

“Es cruel, pero real: cuando te pones de pie, muchos que antes te ignoraban, empiezan a verte.”


¿Qué hacer si no te aman?

  • No te obligues a permanecer donde no te valoran.
  • No hagas cosas para agradar con la esperanza de ser amado.
  • Sé tú mismo, sin máscaras ni estrategias.
  • Y si no te quieren… que se vayan.

La vida está llena de personas que pueden quererte de verdad.
No te aferres a quienes te hieren solo porque llevan tu sangre.


Reflexión final de Walter Riso

Walter Riso, con su estilo directo y compasivo, plantea una verdad que a muchos nos cuesta aceptar: nadie está obligado a quedarse donde no hay amor. Su reflexión es una invitación al coraje emocional, a dejar de mendigar afecto incluso en los vínculos más primarios como la familia. Para Riso, el amor verdadero no se suplica ni se gana con sacrificios unilaterales. Cuando una relación nos hace sentir indignos, no debemos luchar por cambiar al otro, sino fortalecernos a nosotros mismos.

Lo más poderoso de su enfoque es que redefine el acto de alejarse como una forma de amor propio. En vez de insistir en un lazo doloroso, Riso propone mirar hacia adentro, sanar las heridas y tomar distancia, si es necesario. No como castigo al otro, sino como protección a uno mismo. El respeto, según él, llega muchas veces cuando dejamos de implorarlo y comenzamos a poner límites.

Mi reflexión final

Me quedo pensando en lo difícil que puede ser soltar la esperanza de ser amado por alguien que «debería» quererte. Es duro aceptar que a veces el amor no llega ni siquiera de quienes nos dieron la vida. La historia de esa paciente me conmueve porque refleja un dilema silencioso que muchos arrastran: creer que si uno se esfuerza más, si es más «bueno», más atento, más perfecto, entonces va a merecer amor. Y no es así.

A diferencia de Riso, que lo expresa con claridad terapéutica, yo siento que también hay un duelo profundo en dejar de buscar ese amor. Una tristeza que hay que transitar, una herida que no se cierra de un día para otro. Pero también una liberación. Porque cuando uno deja de rogar, empieza a elegir. Y en esa elección está la semilla de un nuevo tipo de amor: el que nace desde uno mismo.

No, no vale la pena quedarse donde no te quieren. Y aunque duela, decir «me voy» puede ser el primer paso hacia el lugar donde sí te esperan con los brazos abiertos.


✨ Mira el video completo y descubre por qué renunciar a mendigar amor no es rendirse… es comenzar a amarte de verdad.

Walter Riso

Walter Riso

Walter Riso nació en Nápoles, Italia, y emigró a Colombia cuando era niño. Se formó como psicólogo en la Universidad de San Buenaventura y posteriormente completó estudios de posgrado en…

Deja una respuesta

Tu dirección de correo electrónico no será publicada. Los campos obligatorios están marcados con *

Un comentario