¿Debe Atraerte tu Pareja para que Funcione la Relación? | Nilda Chiaraviglio
¿El amor verdadero puede sobrevivir sin atracción física? ¿Es justo esperar conexión si no hay deseo?
En este nuevo episodio de Nilda sin filtro, la terapeuta argentina responde con claridad y sin rodeos a una de las preguntas más comunes (y más difíciles) en terapia de pareja: ¿es necesario que me atraiga mi pareja para que funcione la relación?
La conexión sexual empieza contigo
La conexión sexual no se trata solo del otro.
“Aunque estés con el mejor amante del mundo, si no conectas contigo mismo, no hay conexión posible”.
Nilda insiste: la primera conexión erótica es contigo mismo.
Con tu cuerpo.
Con tu deseo.
Con tu placer.
¿Y si no hay compatibilidad sexual?
Puede pasar.
Si no te gusta el olor natural de alguien, si vibran en frecuencias diferentes —uno muy sexual, el otro no—, si tienen creencias o expectativas opuestas… la compatibilidad se rompe.
Y como recuerda Nilda:
“Cada quien tiene derecho a vivir su sexualidad como le dé la gana”.
Mejor sí: que te atraiga
¿Tu pareja te tiene que atraer sexualmente?
Mejor sí.
Porque si no hay atracción, lo que puede surgir es una amistad, una sociedad o un cariño profundo… pero no un vínculo amoroso-erótico.
Y, como dice Nilda:
“Una pareja sin erotismo es una sociedad anónima”.
El verdadero problema no siempre es el sexo
Una mujer dice: “Amo a mi esposo, pero no me satisface en la cama”.
¿Y Nilda qué responde?
Que no es el otro quien tiene que darte placer.
Que muchas veces usamos la cama para cobrar facturas emocionales.
Que si no te conectas contigo, ni el mejor amante del mundo va a poder ayudarte.
¿Conclusión?
- La atracción importa.
- Pero más importa tu conexión contigo mismo.
- El erotismo sano no se construye desde el control ni desde la deuda.
- Empieza por conocerte, valorarte y conectar contigo.
Reflexión final de Nilda
Para Nilda, el amor sin atracción física puede existir, pero no necesariamente florecer como vínculo de pareja. Lo afectivo no sustituye lo erótico, y sin deseo, lo que se construye es más parecido a una amistad o una alianza funcional que a una relación de pareja plena. Su mirada es clara: el erotismo es parte esencial del amor romántico, no un bonus opcional. Pero —y aquí está el núcleo de su mensaje— el deseo no depende solo del otro. El primer paso para una conexión sexual sana y real es mirar hacia adentro. El erotismo nace del autoconocimiento, de la aceptación del propio cuerpo, del deseo propio. La falta de conexión sexual no siempre habla del otro, sino de deudas internas, creencias heredadas o desconexión con uno mismo. En última instancia, Nilda pone sobre la mesa una verdad incómoda: muchas veces usamos el sexo como campo de batalla emocional, y si no nos hacemos cargo de eso, ni el mejor amante podrá salvar la relación.
Mi reflexión final
Yo me quedo pensando en esa frase brutal: “Una pareja sin erotismo es una sociedad anónima”. Es provocadora, pero no carece de verdad. Aunque me gustaría creer que el amor puede sostenerse con cariño, respeto y afinidad intelectual, reconozco que sin deseo la cosa cojea. A veces uno intenta convencerse de que el sexo no es tan importante, sobre todo cuando todo lo demás parece estar bien. Pero tarde o temprano, esa falta se siente. Me resuena lo que dice Nilda sobre que el deseo no se exige, se cultiva. Y que empieza por uno. Me hace revisar cuánto tiempo paso desconectado de mi propio cuerpo, cuántas veces postergué el placer o lo viví como una obligación. En contraste con Nilda, yo no sé si pondría la atracción como condición obligatoria, pero sí como un síntoma: si no está, hay que mirar qué se rompió, adentro o entre los dos. Porque sin deseo, el amor se vuelve correcto… pero pierde su chispa. Y yo, la verdad, quiero un amor que chispee.
💥 Mira el video completo si quieres dejar de vivir el sexo como una obligación o un trámite, y empezar a disfrutarlo como una experiencia de conexión auténtica.

Nilda Chiaraviglio
Nilda Chiaraviglio nació en la provincia de Santa Fe, Argentina. Creció en contacto con la vida rural y describía su infancia «cercana a la naturaleza y a la agricultura», lo cual…