¿Por Qué Atraes Parejas que No Están a Tu Altura? | Nilda Chiaraviglio

¿Eres una mujer fuerte, sensible e independiente… pero tus parejas no están a tu nivel?
Nilda Chiaraviglio nos comparte el caso de Flor, una mujer brillante que, sin darse cuenta, repetía un patrón emocional destructivo. Esta historia puede ser también la tuya.


El caso de Flor: brillante, pero atrapada en el mismo error

  • Mujer de 46 años: bailarina, deportista, autónoma y exitosa.
  • Elige hombres con baja energía vital, poco ambiciosos, fríos o controladores.
  • Pese a su evolución personal, sigue involucrándose con parejas que la hacen sentir “poca cosa”.

Y lo más revelador: su madre también eligió hombres así.


El patrón invisible: repetir o compensar… es seguir el mismo camino

Flor intentó hacer lo contrario a su madre. Pero al hacerlo, se achicó a sí misma.
Para no parecerse a ella, empezó a rechazar su propio poder y a comportarse como una mujer pequeña para “nivelarse” con sus parejas.

“Ella se hacía pequeña para no parecerse a su mamá. Pero al hacerlo, se abandonaba.”


¿Te suena familiar?

Flor se dio cuenta de que:

  • Repetía vínculos que la herían, como los de su infancia.
  • Se quedaba con hombres “chiquitos” para no sentirse sola.
  • Se sometía emocionalmente y abusaba de sí misma para que la relación funcionara.

La clave: conocerse para elegir distinto

Aprender a elegir bien implica dos pasos:

  1. Reconocer tu verdadero tamaño emocional.
    No minimizarte, no adaptarte a menos de lo que mereces.
  2. Elegir desde el presente, no desde tus heridas.
    No todos los hombres son como tu padre. No tienes que repetir esa historia.

«Ser diferente a tu mamá no significa dejar de ser tú misma. Significa conocerte y elegir desde tu poder.»


Reflexión final de Nilda Chiaraviglio

El caso de Flor ilustra con precisión cómo los patrones familiares inconscientes pueden dirigir nuestras elecciones afectivas más allá de nuestra voluntad. Aunque Flor intentaba no parecerse a su madre, terminó atrapada en el mismo sistema emocional. No por imitación, sino por reacción. Esta es la trampa del “ser diferente” a cualquier costo: nos desconectamos de nuestro verdadero yo, de nuestra fuerza y deseo, y comenzamos a construir relaciones desde el miedo, no desde la libertad.

La verdadera transformación, como lo muestra Flor, comienza cuando dejamos de mirar hacia afuera —a nuestros padres, a nuestras parejas— y comenzamos a mirar hacia adentro. Elegir bien a una pareja no es solo cuestión de inteligencia o experiencia: es un acto de conciencia emocional. Implica recuperar nuestro poder, reconocer nuestra valía y, sobre todo, dejar de “achicarnos” para que el otro no se sienta menos. Solo cuando nos atrevemos a habitar nuestra grandeza emocional, podemos vincularnos con alguien que también esté dispuesto a crecer.

Mi reflexión final

Lo que más me conmueve del caso de Flor es esa paradoja tan común en muchas mujeres fuertes: cuanto más brillan por dentro, más miedo tienen de que esa luz las deje solas. Entonces, inconscientemente, se encogen, se sabotean o eligen vínculos en los que tienen que volverse pequeñas para encajar. Me identifico con ese impulso de “ser distinta” a nuestras madres, pero a veces ese impulso es tan ciego como el de repetir. Y nos termina alejando de lo que somos, no acercándonos a lo que queremos.

Lo que me llevo de esta historia es la necesidad de reconciliarnos con nuestro poder sin miedo a quedarnos solas. Porque si alguien no puede acompañarte en tu plenitud, entonces no es compañía, es lastre. Y porque merecer amor no debería venir con la condición de hacerte más chica. Es hora de elegir desde el amor propio, no desde la herida. Como dice Nilda, no todos los hombres son como tu padre. Y tú tampoco tienes por qué seguir la historia de tu madre. Puedes escribir la tuya.


✨ Mira el video completo si alguna vez te has preguntado por qué tus parejas no están a tu altura.

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